Me di cuenta en estos últimos días que mi mala alimentación y mis pocas horas de sueño están haciendo que me vuelva un total y completo idiota. Perdí originalidad y capacidad de comprensión de cosas simples. Lo único que hago es hablar con mis "amigos imaginarios" (en su mayoría gente de la Internet) y no puedo ni quiero dormir. Tengo muchas pesadillas desagradables que van, del uno al diez, entre el cinco y el nueve. Hace tiempo que no dibujo algo a pesar de que tengo mucho tiempo libre y que hojas me sobran. Me estoy frenando a hacer cualquier otra cosa que no sea estar frente a la computadora perdiendo el tiempo con videos, películas y series. Incluso mi ortografía se está deteriorando. La ansiedad social cada vez es más difícil de sobrellevar y los sentimientos encontrados son detestables. En mis sueños veo diferentes versiones de mi, diciéndome lo que tengo que hacer. Incluso algunas me amenazan diciendo que harán tal o cuál cosa. A veces escucho sus susurros tenues en mi cabeza y no sé si realmente los escucho o solo es mi imaginación. No quiero darle importancia porque creo que me da miedo que se convierta en algo importante. Además de sueños terroríficos, también tengo sueños en los que aparece él. Leo... odio soñar con Leo. No es porque él me caiga mal. Tampoco porque estemos peleados. Es solo que cada vez que sueño algo referido a su persona, por lo general, son recuerdos de nuestra relación o situaciones en las que yo sufro por su causa. Cada vez que me despierto soñándolo, lo hago triste y con un nudo en la garganta. Sobre todo porque suelen ser sueños en los que no hay un final, queda abierto el tema que estemos hablando. Y juro que cada vez que pasa me quiero matar, me desespera en sobre manera. Hay tantas dudas que me quedaron y no puedo consultar. Bueno... la idea no era hablar de mi dolor emocional pero tenía que hacer un leve repaso, ya que es parte del "problema" que en teoría voy a "contar" en esta entrada jaja...
no es un capricho que no quiera ni pueda dormir. Me da miedo mi subconsciente, si. Pero no dejan de ser cosas de la mente ¿no? Cosas que... no me pueden lastimar... ¿Seguro? Una noche tuve una parálisis de sueño. Me desperté boca arriba y apenas podía respirar. No podía mover ni un dedo y con mirada temblorosa vi como lentamente unos dedos pálidos se deslizaban acolchado arriba, desde abajo de la cama. Quería gritar y salir corriendo, pero no había forma. Es como si fueras cuadripléjico. No podes moverte. La silueta que lentamente dejaba ver su cara con la luz débil que entraba por la ventana se acercaba lento y con movimientos espasmódicos hacia mi cara. Lo horrible recién empezaba. Era yo, una versión totalmente deteriorada de mí. Ahí mirándome con ojos desquiciados inyectados en sangre y con una sonrisa psicópata. No sé si fue del susto o qué pero en un parpadeo lo tenía sobre mi cuerpo con sus manos estrangulándome y chillando. Unos segundos después, que parecieron una eternidad, me pude incorporar bruscamente e inhalar una bocanada de aire al mismo tiempo que me masajeaba el cuello. Después de eso me quedé un momento en la oscuridad tratando de mantener la calma e intenté dormir nuevamente.
Otro de los "terrores nocturnos" que he tenido fue en la casa de Billie. Nos acostamos a dormir normalmente y en la madrugada sentí que alguien se me sentó en el pecho. Me quise apoyar la mano sobre la piel, pero no me podía dormir. Parálisis de sueño, otra vez. Traté de mantenerme en calma hasta que se me pasara, pero las alucinaciones no tardaron en llegar. Desde los pies de la cama veía cosas negras que se me acercaban, como si fuesen dedos. Pero eran dedos muy largos y solo se veían como siluetas. Cerré los ojos, sin mucho remedio, la curiosidad era más fuerte. Miré hacia mis pies, y ahí lo vi, era una figura muy oscura, humanoide. Muy parecido al Rastrillo. Escuálido, pero sin ojos, ni boca, ni nariz. Se me acercaba lentamente sin hacer contacto físico conmigo ni siquiera emitiendo sonido alguno. Y cuando por fin estaba cara a cara conmigo se abalanzó sobre mi con violencia. "Me desperté" de un salto. Me caí al piso con todo el acolchado encima, y golpeándome contra la mesita de luz. Lo siguiente fue ver a Billie asomarse de la cama preguntándome qué me había pasado.
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¿Ya mencioné lo de mis alter egos que me hablan o se me aparecen en mis sueños? Bueno... eventualmente sueño con personas que son y a la vez no, yo. Es como si fueran yo, pero son otras personas, por lo que pienso que son, partes de mi o creaciones mías... no sé de qué otra forma verlos. Casi todos los que me conocen, o por lo menos los que me hayan visto en persona y se fijaran en el pequeño detalle, saben que yo tengo en el cuello una cintita azul con un huesito. La razón de dicha cinta solo se la conté a dos o tres personas y no quiero contarla acá, pero se relaciona con estos personajes que están en mi cabeza y charlan conmigo cuando duermo.
Lo curioso de ellos es que cuando me duermo, no sueño cosas flasheras (no siempre al menos). Sino que en su mayoría son sueños en los que simplemente estamos suspendidos en un espacio vacío hablando de cosas normales y rutinarias como: qué hice en ese día, qué pienso de tal persona que conocí hace poco, qué haré mañana, etc. Muchas veces me hacen insinuaciones como que les gustaría salir a pasear conmigo. Otra fue un poco menos sutil y me dijo "cuando yo salga voy a destrozar tu vida". Un par me dijeron que no saben donde están y no les interesa y cito: "interactuar con nada del interior ni nadie del exterior".
Me acuerdo que los primeros años me daban miedo. Ellos. Y fue por eso que, un día me arme de valor y junté a los más recurrentes, con los que más había hablado para llegar a una especie de acuerdo. Dos estuvieron en desacuerdo total pero finalmente, después de cambiar un par de requisitos y condiciones aceptaron. Esa es la representación simbólica del collar. Un contrato.
Este año fue bastante malo para mi, perdí a alguien a quien realmente amaba y tuve un desequilibrio emocional muy grotesco. Hace no mucho tuve un ataque de pánico. Y cuando estaba saliendo de mi departamento se me cortó y cayó al suelo. En ese momento puedo jurar que el tiempo se paró por una fracción de segundos. Lo agarré y lo até rápido deseando que nada cambiara. Por suerte no mucho cambió. Quiero decir, estoy teniendo más y más sueños pero hasta ahora nadie mencionó nada sobre ese hecho.
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